viernes, 27 de abril de 2012

Un almuerzo muy agradable!





 Y hoy junto a la estupenda visita, un estupendo almuerzo al solecito, a la espalda de la Alhambra.
 Como buen almuerzo, todo debía empezar con algo para regar las gargantas y un buen queso!

Lo del queso he de decir que llevaba un tiempo queriendo probar la mini-torta de Trujillo de la Finca Pascualete que se llevó se llevó la medalla Super Gold en los World Cheese Awards de 2011. Despues de probarlo.... me quedo sin palabras, ¡ qué mal huele y qué bueno está!.

 Como plato fuerte un estupendo solomillo Wellington, acompañado de puré de patatas casero, y de postre Tarta de queso .
 Para hacer la digestión no faltaron unas caipirinhas.

Solomillo Wellington




Después de ese estupendísimo queso llega el plato fuerte, solomillo Wellington y puré de patatas (casero, eh!!).

 Normalmente hago una salsa de reducción de vino tinto pero como el culillo que me quedaba el otro dia lo usé para el pastel de carne, no tenía.

  Admitiré algo y es que me encanta éste plato porque se hace en el horno (es decir, que se hace solo) y porque es muuuy resultón con el mínimo esfuerzo!!.

  

Ingredientes:
  
 Para el puré de patatas (2 personas):
(la receta en Se me queman las Lentejas)
  • 3 o 4 patatas grandes.
  • 2 cucharaditas de crème fraîche.
  • 2 o 3 cucharadas de mantequilla con sal.

 Para el solomillo:

  • Pieza de solomillo de cerdo entera.
  • 5 lonchas finitas de panceta o bacon.
  • 1 Lámina de hojaldre (recomiendo hacerlo casero).
  • Romero.
  • Canela.
  • Sal.
  • 1 huevo.

Preparación:
Precalentar el horno a 150º.

Espolvoreamos algo de harina sobre la superficie sobre la que vamos a trabajar el hojaldre, ponemos la lámina de hojaldre y extendemos con un rodillo, no debe quedar muy gruesa a la hora de cocinarla.

Una vez la tengamos extendida ponemos a lo largo las lonchas de panceta o bacon, solapando unas con otras y, sobre ellas la pieza de solomillo.
Salpimentamos el solomillo y espolvoreamos un poco de canela y de romero, al gusto.
cerramos el hojaldre doblando primero uno de los laterales grandes, sobre éste el otro y lue cerramos los extremos.

Hacemos el dibujo que queramos con el hojaldre sobrante para la superficie. Barnizamos con huevo y metemos en el horno. Subimos la temperatura del horno a 200º y cuando el hojaldre esté tostado, estará la carne también.

Si os gusta la carne bastante cocinada apagad el horno y dejad el solomillo dentro una media hora para que se siga haciendo con su propio calor.

New York Cheesecake de SandeaA



Como colofón a un estupendo almuerzo en mejor compañía, he echado mano del gastroblog La receta de la Felicidad y su estupendísima New York Cheesecake.

 Como sólo éramos dos y a última hora resultó que "los ratones" se habían ventilado una de las tarrinas de queso crema, he modificado un poco las cantidades.

 Después de ésto sólo nos quedó tomarnos una caipirinha y disfrutar del solecito y las vistas a la espalda de la Alhambra.
 Para la base:
  • Un paquete de galletas maria (o digestive)
  • 85gr de mantequilla. 


 Para el relleno:
  • 600 gr de queso crema.
  • 125 ml de crème fraìche.
  • 200 gr de azúcar blanca.
  • 2 huevos.
  • zumo de medio limón.
  • 2 cucharadas soperas de harina de repostería.
  • Una pizca de vainilla.
Para la salsa de fresa:
  • 300 gr de fresas cortadas a láminas muy finitas.
  • Zumo de medio limón
  • 1 Hoja de gelatina.
  • 3 cucharadas soperas de azúcar.

Preparación:
Precalentamos el horno a 200 º.
Comenzamos preparando la base. Para ello, trituramos las galletas con ayuda de un robot de cocina, o metiéndolas dentro de una bolsa y golpeándolas con un rodillo, hasta obtener un polvo de galleta fino.
Derretimos la mantequilla y mezclamos con la galleta en polvo (debe quedar como arena mojada). Cubrimos la base de un molde desmontable de 20 a 24 cm con papel de hornear, distribuimos encima la masa de galleta, presionando bien, e introducimos en el congelador mientras preparamos el relleno de nuestra tarta de queso.
Batimos el queso crema con unas varillas, añadimos el azúcar, la crème fraîche (o el yogur), la vainilla, el limón y la harina, hasta obtener una pasta lisa. Añadimos a continuación los huevos de uno en uno, pero sin batir mucho, lo justo para que se incorporen pero no coja mucho aire la masa. Ponemos la mezcla de queso sobre la base de galletas que habíamos preparado previamente.
Introducimos nuestra tarta de queso en el horno, y horneamos 10 minutos a 200 º C. Posteriormente bajamos la temperatura a 90 º C y horneamos durante 30 minutos más. El interior de la tarta, al moverlo, parecerá un flan.
Una vez pasado este tiempo, dejamos la tarta de queso en el horno apagado varias horas. Una vez a temperatura ambiente la tarta, la llevamos al frigorífico hasta que esté totalmente fría (lo mejor es preparar la tarta de un día para otro).
Por último preparamos la salsa de fresa. Hidratamos la hoja de gelatina en un vaso de agua fría durante 5 minutos.
En un cazo aparte, calentamos las fresas lavadas con el zumo de limón y el azúcar, y removemos constantemente, triturando al mismo tiempo las fresas. Cuando estén medio listas, pasar con el pasapuré o la batidora.
Si os molestan las pepitas podéis colar la salsa antes del siguiente paso.
Cuando la salsa de frambuesa esté bien caliente, y triturada a nuestro gusto, incorporamos la gelatina bien escurrida a esta mezcla, removiendo hasta que se disuelva totalmente.
Distribuimos la salsa de frambuesa sobre la tarta y se metemos de nuevo en la nevera hasta que vayamos a consumirla.

Recordad que la receta original está en La receta de la Felicidad, Tarta de queso, y, además de ésta hay recetas buenitísimas.

lunes, 23 de abril de 2012

Pastel de carne

  




Ya que nuestra última entrada fue un paseo por la teletienda noventera, hoy he pensado en una comida que, como diría el comidista, es un poco viejuna pero eso si, a mi me parece estupenda!!. El pastel del carne.
  Además, es uno de esos platos (junto la tortilla de patatas) que está riquísimo caliente y también frío al dia siguiente!
  Y llevaba varios días con antojo de éste plato asi que me he dicho - ¡de hoy no pasa!


Ingredientes:
  • Carne picada (3/4 ternera, 1/4 cerdo).
  • Guindillas verdes.
  • Pasas.
  • Huevo.
  • Ajo.
  • Queso parmesano rayado.
  • Pan rayado.
  • Pimiento verde.
  • Cebolleta.
  • Berenjena.
  • Zanahoria.
  • Tomate triturado.
  • Patatas.
  • Mantequilla con sal.
  • Leche.
  • Sal.


Preparación:
Precalentamos el horno a 180º.

En un cazo cocemos las patatas peladas y partidas en trozos grandes, con un poco de sal.

Mientras se hacen las patatas preparamos la carne picada. En un bol ponemos la carne y le añadimos un huevo, ajo picadito, guindillas picaditas, pasas al gusto y mezclamos bien. Después vamos echando queso rayado hasta que tenga una textura casi como antes de añadir el huevo y terminamos con un poco de pan rayado.
Cortamos en trocitos los pimientos, la cebolleta, la berenjena y las zanahorias y reservamos.

En una sartén doramos en aceite de oliva la carne aliñada, agregamos las verduras cortadas anteriormente y dejamos que se hagan. Cuando estén algo rehogadas incorporamos el tomate triturado y un chorreón de vino tinto, bajamos el fuego y lo dejamos que se consuma.

Cuando las patatas estén listas, las pasamos por un pasapurés (si no tenéis podéis aplastarlas con un tenedor). Mezclamos el puré con mantequilla para darle sabor y textura y, si hiciese falta con un poquitin de leche, pero debemos tener en cuenta quen debe quedar más bien espeso. Salpimentar al gusto.

Apartamos la carne. En un recipiente apto para horno colocamos la carne y, sobre ella extendemos el puré de patatas. Espolvoreamos con queso rayado y lo metemos en el horno unos 20 min, hasta que la superficie esté bien doradita.

Yo recomiendo esperar unos minutos de reposo antes de servir.




viernes, 20 de abril de 2012

Virtualidad en los tiempos del TELETIENDA.


Esta entrada es la primera que hago como corresponsal británico de este blog…Estoy un tanto nervioso. Lo mejor será sentarse con un buen café y algo de música para explanarse a gusto.

Como primera entrada en este blog, me parecía inevitable hablar de la realidad virtual en la que vivimos inmersos y de su relación con el mundo de la cocina.

A pesar de estar más interconectados que nunca a través de redes sociales y demás tecnologías, la visión de la realidad que tenemos a través de estos medios no es fiel o simplemente es una parte más de nuestra REALIDAD global. A través de las redes mostramos nuestras fotos más favorecidas, y comentarios más  ingeniosos con un afán inconsciente por gustar a nuestros followers más que relatar nuestra vida tal como es.
Es a esta visión de un mundo de piruletas y regalices a la que se aferra  el concepto de nuestra querida TELETIENDA, para mi, uno de los primeros ejemplos de realidad virtual en la vida cotidiana.   

Ver la teletienda a altas horas de la madrugada es uno de mis placeres favoritos, e incluso como con las series, también tengo mis anuncios de teletienda favoritos... Siempre recordare  a Norma Duval y Raquel Revueltas electrocutadas por los aparatos de gimnasia pasiva, pero ese es otro cantar.

Los anuncios de utensilios de cocina han sido siempre una gran baza para los magnates del tele mercado, y también, son mis favoritos.

Contemplar en bucle como los presentadores son capaces de virguerías dignas de las películas y en tan poco tiempo simplemente me fascina.

Estos anuncios son capaces de generar en mí un efecto repulsion-atraccion que me engancha, y cuando llega mi anuncio favorito, el morbo se apodera de mí: el  Amazing Bullet.





Siento debilidad por esos menús de 3 platos con postre que  prepara esta batidora tan fea. Me gustaría ver este trasto en manos de Heston Blumenthal  y ver como hace la cena para toda la familia, o a Nigella Lawson teniendo un mini-orgasmo mientras hace un bloody mary.









Otro producto que he descubierto recientemente es el Chef Basket, un colador que tiene pinta de endeble pero que como se dice no podrás volver a pisar la cocina sin el. Desde luego, los creativos publicitarios que han dado esta vuelta de tuerca al colador de toda la vida se merecen un monumento, eso es creatividad y lo demás tontería.



No me gustaría terminar esta entrada sin mencionar al queridísimo pero muchas veces olvidado Chef Tony. Este hombre nos  brindo uno de los más entretenidos del panorama televisivo y a día de hoy nadie se ha atrevido a vender unos cuchillos mas afilados que él. Eso si, si le invitas a casa no le quites el ojo porque igual te hace el salón cachitos para preparar una de sus macedonias.    

martes, 17 de abril de 2012

Caipirinha.


 Después de tooodo un fin de semana sin hacer ninguna entrada, qué mejor que resarcir mi falta con un cocktail!
  
 La receta es de Marcos, un amigo Brasileño con el que, junto su pareja Justina, hace no mucho compartíamos piso y largas noches de charlas. Noches que solían ir regadas de Caipirinhas o de Jack Daniels!

 Cierto es que hay muchos sitios donde te ponen este mejunje de Dioses pero, en pocos he probado yo una proporción tan buena de todos los ingredientes, eso sí, enseñad pronto a vuestros invitados porque si no os tendrán todo el día preparándoles el penúltimo.

  En definitiva, Justine, Marcus, esto va por vosotros que se os echa mucho de menos!! Y a todos los que no los conocéis, decir que en cuanto probéis la receta, entenderéis parte de la añoranza!! jeje....


Debéis tener a mano la cocktelera, un vaso de chupito (si no viene la medida con la cocktelera) y lo necesario para majar la lima.






Ingredientes (para cada caipirinha): 
  • 1 lima cortada en 8.
  • 2 cucharas soperas de azúcar blanca.
  • 1 chupito de Cachaça (licor con el que se hace la bebida).
  • Bastante hielo picado.
  • 1 pajita.
  • 1 vaso ancho (como los de sidra).

Preparación:
En un vaso ponemos la lima cortada en 8, las dos cucharadas de azúcar y majamos hasta sacarle todo el jugo (debemos tener en cuenta que va a ser una buena parte del líquido de nuestra bebida). Una vez bien exprimido lo vertemos en la cocktelera.

En el mismo vaso vertemos un chupito de cachaça y lo utilizamos para rebañar el azúcar y restos de zumo de lima que se hayan quedado en él. Añadimos ésto a la cocktelera.
Ponemos algo de hielo, cerramos y agitamos bien!

Abrimos, servimos en un vaso, añadimos más hielo, la pajita, y a disfrutar!!


La Cachaça no se encuentra en cualquier tienda, yo normalmente la encuentro en el hipercor o en el corteinglés. Yo por aquí he encontrado varias marcas y las que más me gustan son "Velho Barreiro" (más dulcecita) o "51" (un poquito más fuerte).

miércoles, 11 de abril de 2012

Muffins de naranja y semillas de amapola.

Hoy es uno de esos dias para pasarlos en la calle pero ho ha podido ser asi que, me merezco un capricho! 


Qué mejor que una buena merienda con el libro de Murakami que me estoy leyendo y M83 dando vueltas en el tocadiscos. 


Admitiré que la receta no es mía sino del gastroBlog Directo al paladar  http://www.directoalpaladar.com/ , asi que, sin más, preámbulos os dejo la receta.. Es muy fácil de hacer y además deja toda la casa impregnada con un olor estupendísimo!!


Ingredientes (para unos 12)

  • 140 gr de harina 
  • 1 y 1/2 cucharaditas de levadura química
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/4 cucharadita de sal 
  • 20 gr de semillas de amapola
  • 120 gr de azúcar 
  • Ralladura de 1 naranja pequeña
  • 2 huevos grandecitos
  • 120 ml de leche
  • 50 gr de mantequilla fundida
  • 3 cucharadas de zumo de naranja.


Preparación
Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja especial para muffins o 12 moldes individuales.
En un recipiente mediano, tamizar la harina con la levadura, el bicarbonato, la sal y las semillas de amapola. En otro cuenco, frotar el azúcar con la ralladura de naranja usando las manos, hasta que coja bien el color y el aroma. Añadir los huevos, la leche, la mantequilla y el zumo de naranja y batir con unas varillas.
Formar un hueco en los ingredientes secos y añadir la segunda mezcla, incorporando todo bien siguiendo movimientos suaves, hasta que quede homogéneo. No pasa nada si quedan algunos grumos. Repartir en los moldes y hornear entre 15 y 20 minutos, hasta que al pincharlos con un palillo salga limpio. Esperar unos minutos fuera del horno, desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.

martes, 10 de abril de 2012

Lentejas de la yeya, con arroz


Desde que era pequeña en el colegio todas mis compañeras me decían que odiaban las lentejas pero... yo he de admitir que el día que en casa me decían, -mañana cuando salgas del cole vete a casa de la yeya que vamos a comer lentejas-.. en ese preciso instante yo empezaba a salivar!!


Por eso y por hacer honor al nombre del blog, nuestra primera receta es la de las lentejas de mi abuela , la yeya, que tiene ya 95 años y cuando voy a mi ciudad a ver a la familia, siempre hay un día que me las hace!! aunque sea verano y estemos a más grados que ojú!!!



Siento no tener foto del plato pero... aqui la que se merecía  salir en primera plana era la yeya, no la comida!

Ingredientes:
  • Lentejas pardinas (de las pequeñitas)
  • 3 o 4 zanahorias
  • 1 trozo calabaza
  • 3 patatas medianas
  • Chorizo de rosario
  • Tomate triturado
  • 1 cebolla grande
  • Arroz redondo
  • 3 bolas de pimienta
  • 1 clavo
  • 1 hoja de laurel
  • Una pizca de azafran o colorante
  • Aceite de oliva
  • Sal y avecrem


Preparacion:
En una olla, (antes de ponerla al fuego), echar la zanahoria pelada y partida en un par de trozos, el trozo de calabaza sin corteza, las patatas peladas, la cebolla, las lentejas y la mitad del chorizo que se vaya a utilizar. Cubrir todo con agua y añadir el tomate triturado, el laurel, el clavo, las bolas de pimienta, sal y un chorreoncito de aceite.

Poner al fuego y dejar haciéndose a fuego medio alto.

Cuando las lentejas y las patatas casi están, sacamos la cebolla, la calabaza, algo de patata y algo de zanahoria, lo pasamos todo con la batidora y reservamos.

Añadimos a la olla el chorizo restante, rectificamos de sal con avecrem y echamos el azafran y el arroz (no mucho, un par de puñados).

Cuando el arroz esté casi, vertemos la mezcla que habíamos reservado y es ahora cuando debemos estar muy pendientes ya que se asienta con facilidad, quemándose.

Esperar a que el arroz esté en su punto y servir!